martes, 28 de septiembre de 2010

Los tipos de clientes de una consultora pequeña

Hay dos tipos de empresas que pueden contratar los servicios de una firma consultora pequeña (al menos es lo que me pasa a mí):

1- Las empresas monstruosamente grandes que tardan entre 60 y 90 días en pagarte porque tienen un proceso de pago a proveedores tremendamente lento y burocrático, y

2- las empresas pymes que tardan entre 60 y 90 días para pagarte porque tienen un (no) proceso de (evasión de) pago a proveedores, donde dependés de la buena voluntad de (ponele) la esposa del dueño (que suele ser la que actúa de contadora) y es la que (nunca) firma los cheques.

En el caso 1, desde el inicio nomás (tan sólo para que nos consideren proveedores) uno siente que está realizando un trámite en el registro automotor (y de esos trámites que se complican, del estilo "ah... resulta que el trámite está observado porque el auto que compraste está embargado"). Primero que nada, hay que llenar todo tipo de planilla excel (con ridiculeces del estilo "es obligatorio completar el número de inscripción de ingresos brutos", a pesar de que la misma planilla te permite poner que uno es "exento de ingresos brutos"), luego imprimir y hacer firmar actas societarias, poner cuánto uno gana anualmente, presentar balances, etc. etc. Ahora bien, uno suele hacer todo esto mientras el área receptora de los servicios ya está recibiéndonos hace por lo menos dos meses. Realmente no entiendo si existe *un* solo proveedor de una de estas empresas que haya hecho estos trámites "por las dudas que les vendamos algo en el futuro". Lo gracioso es que si uno intenta hacerlo así ("cara 'e loco" como decía un compañero mío de origen chaqueño) es probable que rebote como contra un frontón, es imposible no aprobar ese trámite si no hay alguien del sector que quiere recibir el servicio haciendo llamados al área de Compras "para ver qué pasa". Luego te dan una clave web a una página inentendible y desactualizada (y que muchas veces no funciona) para poder consultar el (no) estado de sus cuentas pendientes. Con suerte tienen un banco que hace los pagos por ellos. Entonces uno puede ir a cobrar los cheques cruzados, diferidos en 60 días desde la fecha en la que lograste presentar la factura, y no a la orden en el "amplio" horario bancario de 10 a 15 hs (si uno no tiene suerte, la empresa te obliga a ir a buscar tus cheques (ponele) un miércoles de 15 a 17hs).

En el caso 2, el de las pymes, uno se siente todos los meses como si tuviera plata invertida en una financiera poco seria (a punto de ser estafado, lisa y llanamente). El (no) proceso es el que sigue: uno le tira la factura por la cabeza a quién puede, y luego debe empezar a llamar y llamar a la recepcionista que te dice "lo siento, la(s) factura(s) todavía no está(n) autorizada(s)". Ante nuestra pregunta sobre cuándo va(n) a estar autorizada(s), responde "y... no sabría decirte, porque la(s) autoriza el dueño, que en este momento está en XXX" (donde XXX puede reemplazarse por cosas del estilo "Las Leñas, esquiando con su esposa y sus 4 hijos", "Orlando, visitando Disneyworld con su esposa y sus 4 hijos", "EEUU, de viaje, viste cómo es él, estuvo 3 días hábiles en todo el mes", "el country, trabajando remoto, viste que con este calor no se puede estar en el centro", etc. etc.) Y esto empeora en los últimos meses del proyecto, porque a uno ya no le queda ninguna capacidad de presión (ya no puede decir, "miren que suspendo las actividades hasta que se pongan al día"). Ah, y nunca (NUNCA, *nunca*!!!) acepten que les paguen con una transferencia bancaria, ahí uno tiene menos respuesta que un telemarketer cuando deja un mensaje en el contestador (al menos yo nunca contesto mensajes del estilo "hola, soy Débora del Banco XYZ, por favor comuníquese al NNN porque tenemos algo importante que decirle").

Como conclusión, puedo decir que las empresas que me pagan al término se pueden contar con un muñón (quiero decir, para los que no entienden mi fina ironía, que sólo conozco una empresa así). Pero existen ciertas compensaciones: las empresas grandes no tienen un dueño que está cuidando la plata (y que es consciente que todo lo que te pague compite con sus vacaciones en Orlando con su esposa y 4 hijos), sólo accionistas, así que uno puede recargar todos los costos financieros (que la bicicleta del cheque diferido, que el tiempo que tardás entre que empezás a trabajar hasta que realmente el área de compras se entera) y transaccionales (que el impuesto al cheque, que el descuento que tenés que hacer para que el analista de Compras cumpla con su "cuota de descuentos" a pesar de que ya estás trabajando hace dos meses... etc. etc.).

Y sobre las empresas pequeñas... qué sé yo, creo que algo bueno es que son muchas, y que es más probable que te contrate una empresa pyme que una súper monstruosamente grande...